miércoles, 15 de octubre de 2014

Adoquines ecológicos


Por Claudio Bosco
 
Los integrantes del equipo que desarrollaron el proyecto
Adoquin y su molde
Un grupo de alumnos de la Escuela Técnica de Punta Alta, guiados por un profesor de ese establecimiento, desarrollaron un proyecto sobre la utilización del lodo contaminado con metales pesados del balneario municipal para la construcción de adoquines ecológicos. Periodismo en Redacción habló con Emilce Ampuero, María Paula Monzón y el Profesor Luis Bou, autores del proyecto. El otro integrante del equipo, Julián Gutiérrez, no pudo estar presente.

PeR: ¿Cómo surgió la idea de fabricar estos adoquines?
Emilce: La idea de los adoquines surgió como consecuencia de que debíamos presentar un proyecto de emprendimiento que nos pedía la escuela, en donde teníamos que aplicar todos los conocimientos de química que habíamos logrado en los tres años de cursado y siguiendo determinados parámetros que nos fijaron. Entre las tareas necesarias para la realización del proyecto estuvo la de buscar el espacio físico, los costos asociados, etc. Una vez finalizado el trabajo tuvimos que exponerlo ante un panel de profesores que oficiaban de jurado. Nuestro grupo decidió presentar una propuesta sobre medio ambiente, luego de estudiar varios temas, nos decidimos por los lodos.
María Paula: Lo que mencionó mi compañera surgió luego de observar que se estaba deteriorando muchísimo la calidad de nuestro balneario Arroyo Pareja y nos pusimos a trabajar para buscar la manera de revertir esta situación. Como no pudimos trabajar el problema desde la planta de tratamiento de aguas servidas de ABSA, nos decidimos a usar los lodos de nuestra playa para la fabricación de ladrillos o algún otro material de construcción. Lo primero que hicimos fue una marcha de cationes, un análisis cualitativo que determina la calidad del material, que dio positivo en cuanto a la presencia de mercurio y otros metales pesados (cromo y cobre).
Emilce: Al inicio del proyecto el objetivo era el de recuperar el espacio físico de la playa de nuestro balneario. Según pudimos averiguar en los archivos históricos del municipio este lugar tiene un gran potencial para su desarrollo turístico. Pero luego de los análisis que se le realizaron tanto a la playa como al agua advertimos que ésta y el suelo estaban contaminados, por lo que decidimos cambiar el objetivo original.
Según el profesor Luis Bou los peces que más se contaminan con mercurio son, el gatuso, el lenguado, los moluscos, el camarón y langostinos. 
Un dato que puede indicar la presencia de contaminación del agua por metales pesados en nuestra área es el tamaño de los cangrejos que habitan en Arroyo Pareja. “Los cangrejos en la actualidad son más pequeños que años atrás, la caparazón de los crustáceos esta constituida de quitina –que absorbe al mercurio-. Una de las maneras de contrarrestar los efectos tóxicos del mercurio, es mediante un tratamiento de azufre que podrían llevar a cabo las empresas del Polo Petroquímico antes de verter sus residuos a la ría, ya que este mineral tiene la capacidad de anular la toxicidad del metal pesado”, agregó Emilce.

PeR: ¿Durante cuánto tiempo trabajaron?
M. Paula: Comenzamos en 2012 con la guía del Profesor Bou y también recibimos la ayuda de la Dra. Nora Volpe y de Matías Méndez, quienes trabajan en el CONICET de Bahía Blanca en la realización de otras pruebas químicas.

PeR: ¿En qué eventos presentaron el proyecto?
M. Paula: En la Feria de Ciencia y Tecnología –Monte Hermoso-, en Evaluación por Capacidad para Escuelas Técnicas –La Plata- y en la Jornada Socio Ambiental que se realizó en la Escuela Media 1 el año pasado, en nuestra ciudad.

PeR: ¿Qué materiales se utilizaron para la construcción de los adoquines?
Emilce: Los adoquines están constituidos en parte por caucho, el que se obtiene de las cubiertas de vehículos que ya no tienen más utilidad (el azufre que posee el caucho ayuda a fijar y neutralizar la acción del mercurio que se encuentra en el lodo), cemento altamente resistente a los sulfatos, lodo y un hidrófugo. 
Bou: Antes de que los estudios determinaran el grado elevado de contaminación de la ría, se pensaba en hacer ladrillos. Pero al no poder hornearse el lodo porque con la alta temperatura los metales pesados se gasifican sin perder su grado de toxicidad y causan intoxicación por inhalación, se decidió optar por la construcción de los adoquines que no requieren cocción.

PeR: ¿Cuál es la ventaja de emplear estos adoquines?
Bou: Mejoran la absorción del agua de la lluvia. En ciudades como Buenos Aires o La Plata no hay escurrimiento de agua porque es todo cemento, el adoquín permite la filtración a través del suelo.
M. Paula: Debido a la forma hexagonal que tiene este adoquinado, la cantidad de adoquines utilizados por metro cuadrado es 27,5% menor con respecto al articulado que se utiliza normalmente, dicho de otra manera: por metro cuadrado se utilizan 36 adoquines normales contra 26 de los hexagonales.

Los chicos también contaron con el apoyo de Ricardo Caputo, Director del Museo Charles Darwin de nuestra ciudad, quien los ayudó con la extracción del barro. Esta tarea de extracción del lodo está encuadrada dentro de la actividad minera, por lo que se deben realizar una serie de trámites burocráticos que los alumnos cumplieron con la ayuda de Caputo. 
Si bien ya se llevaron a cabo algunas pruebas, todavía falta realizar otras para asegurar por todos los medios posibles que el mercurio realmente permanezca dentro del adoquín y no produzca más contaminación.


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