viernes, 10 de abril de 2015

OPINIÓN: A 33 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS



 
El pasado 2 de Abril se conmemoró un nuevo aniversario del inició de la Guerra de Malvinas. Los invitamos a compartir las opiniones de los alumnos del 2° año de la Tecnicatura en Periodismo.






Un reclamo de soberanía de larga data
Mauro S. Colgenio
 
El pasado jueves 2 de abril se conmemoró el 33° aniversario del desembarco con el cual se inició el conflicto bélico contra el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por la disputa de la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Esta guerra que duró más de 2 meses dejó un repudiable saldo de 649 bajas argentinas, 255 británicas, 3 isleños y miles de heridos para ambos países.
En 14 de junio de 1982 con la rendición de de las tropas Argentinas concluyó el conflicto armado, dejando muchos aspectos a analizar tanto para los países que se enfrentaron como para el mundo en general.
Por nuestro lado, dejamos atrás la dictadura militar a cargo de la tercera junta, autodenominada "Proceso de Reorganización Nacional" la cual fue la mentora de impulsar la toma de armas para reclamar las islas que habían sido tomadas por los ingleses en 1833. Dada la derrota, el gobierno se vio sumergido en una crisis que desencadenó en las elecciones de octubre de 1983, donde triunfó el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín, quien asumió la presidencia el 10 de diciembre del mismo año y el pueblo argentino retornó a la democracia.
A Inglaterra el conflicto los atrapó en una fuerte crisis política, pero al resultar victoriosos, su primer ministro Margaret Thatcher se vio favorecida ante su nación logrando ganar las elecciones del siguiente año y continuar su mandato.
A pesar de haber transcurrido 33 años, la enemistad entre ambos países sigue siendo muy fuerte y la puja por la soberanía sigue en pie. Argentina sigue su reclamo de manera pacífica por medio del derecho internacional para poder llegar a un acuerdo que todavía no se ha podido lograr. Por su parte, el Gobierno Británico rechaza este litigio y expuso como uno de los tantos argumentos que consultó al pueblo de Malvinas mediante un referendum en el 2013 que tuvo como resultado la continuidad de seguir perteneciendo al país europeo. Cabe destacar que esta consulta a los ciudadanos del lugar no tiene fuerza internacional para hacerse valor ante un juicio.
Devastadores son los recuerdos que tenemos como pueblo ante la charla con quienes vivieron esa época de nuestra historia, donde no solo militares entrenados iban al conflicto, sino que jóvenes sin experiencia, solo con la convicción de defender lo que nos pertenece, eran llevados al campo de batalla para enfrentar a un rival que tenía la ventaja, no solo numérica, sino también en cuanto a las fuerzas de combate entrenadas, armamento y dispositivos de mayor calidad y tecnología en general.


Entre orgullo y vergüenza

Por Claudio Nieva

Un nuevo 2 de abril ha pasado y otra vez ha dejado ese sabor amargo de los que realmente quieren a este bendito país.
Fueron los medios los que difundieron información sobre, por ejemplo, los buques de guerra británicos que hacen presencia en la zona austral debido a las “amenazas” de los aviones caza que compraría la Argentina, el descubrimiento de petróleo como noticia local isleña, el hacker argentino y su intromisión con nuestro himno en la radio de los kelpers y claro está sobre nuestros queridos héroes que no volvieron, los que sí y los que por injusticia social tomaron la peor decisión, perdidos en el dolor del no reconocimiento.
Olvidados por haber cumplido con el deber, su misión, el valor, la integridad, el arrojo, el amor por lo nuestro. Esos jóvenes que fueron al encuentro con la muerte, son los hombres más valientes que pudieron existir en la tierra, dejaron todo, que con todas nuestras limitaciones dignificaron el coraje, la entrega y el honor que sabe tener un argentino y con esta muestra gigante de calificativos merecidos, nos interesaría encontrar una respuesta que explique si estuvo bien o estuvo mal el haber intentado recuperarlas. La historia hoy nos dice que un “borracho” ordenó tamaña misión que de ninguna manera podría haber soportado la nación y la hipocresía, característica de nuestros genes, fue la de un pueblo saltando en una plaza llena y la ovación para aquel militar presidente, Jefe, modelo a seguir que hoy todos critican y ayer todos felicitaban…y “allá” en el frio congelante del sur, el abandono, las personas que confiaron en una lucha con mucho sentido pero con poca competencia en general.
Y a la vuelta un regreso a casa triste, desvalorizado y privados del gran cariño de la sociedad, justamente por no haber sabido reencontrarlos con el amor a la vida, porque sobrevivieron y porque arriesgaron sus vidas por defender los intereses de todos.
¡Salud! y sepan que siempre estaremos orgullosos de nuestros veteranos.


Malvinas Siempre Presente
Yanina Serrano

El 2 de abril se cumplió un nuevo aniversario de la toma de aquella importante decisión de ir a una guerra. Un conflicto bélico que cambiaría la vida de miles de personas y dejaría una herida difícil de curar en todos aquellos que directa o indirectamente se vieron afectados.
El proceso de una guerra nunca es fácil de atravesar, más aún cuando el tiempo no subsana las profundas marcas que ésta vil tirana dejó en su gente. Tampoco se borra de la mente, la euforia del primer momento, el miedo y la incertidumbre que sobrevino después, menos aún el apoyo de millones de personas que con amor enviaron cartas, comida, abrigo o simplemente sus rezos, para aquellos soldados desconocidos en el que vieron reflejado el hijo, el hermano, el amigo o el vecino que había partido y que podía estar necesitando del aquel pequeño detalle que hiciese la diferencia.
Ahondo dolor se siente porque se perdió no sólo la guerra, no sólo un pedazo de tierra, sino a aquellos que por amor a su patria lucharon con valentía e ilusión de ganar y con la esperanza a cuestas partieron, de aquellos barcos, aviones y trenes que al inclemente sur los llevaban. Inocentes que allí dejaron parte de su juventud, su felicidad, de su inocencia o incluso vieron truncadas sus vidas.
Aquella isla emplazada en el Mar Argentino no se puede y no se quiere olvidar el paso del tiempo de esos largos 33 años que no calmó las dolorosas sensaciones de su arrebatada pérdida.
El azul profundo de sus aguas no se llevó el sabor amargo de las lágrimas de aquellos que a sus amigos, hijos, padres o camaradas jamás pudieron olvidar.
 
“Si quieren venir que vengan…”
Por Alan Moreno

Es sin duda una de las frases que van a quedar en la historia de nuestro país y más recordada por todo el pueblo argentino. Como todos sabemos fue proclamada por el General Leopoldo Fortunato Galtieri el 2 de abril de ese fatídico año como lo es 1982, ante una Plaza de Mayo totalmente colmada.
Una guerra claramente injusta e indiscriminada no solo por el saldo de muertos que dejó sino también por las condiciones y el contexto en el que desarrolló, con chicos oriundos de las provincias del interior del país que no estaban entrenados, con muy poca preparación y que no estaban capacitados para enfrentar semejante situación.
A pesar de todo esto, fueron a combatir, a luchar por la patria y deben ser recordados como héroes porque ellos sí realmente que fueron, son y lo van a ser siempre. Con un gobierno de turno que estaba totalmente desgastado, sin ningún tipo de apoyo popular y al igual que el Mundial de 1978, utilizaron la guerra para poder levantar su imagen e intentar perpetuarse en el poder. Pero claro, eran tan ignorantes de la situación que jamás pensaron que el Reino Unido se iba a venir desde el viejo continente a combatir por las Islas Malvinas, y con un pueblo que fue engañado debido al mal manejo de la información y la propaganda política.
En definitiva, la Guerra de Malvinas fue un “manotazo de ahogado” por parte de lo que aun quedaba del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional para poder conseguir apoyo del pueblo para mantenerse en el poder e intentar recuperar un territorio que realmente nos pertenece pero que lamentablemente no podemos ni disfrutar ni tampoco aprovechar. No por nada luego de la derrota se puso fin a la dictadura y el posterior retorno de la democracia. Ante tanta situación vivida, el sufrimiento y el daño que se causó el único conflicto bélico de la Argentina durante el siglo XX, solamente queda por decir: “Señores Nunca Más”.

Las estatuas vivientes de Malvinas

Por Susana Rubio
“Las Malvinas son argentinas”… lo escuchamos a lo largo de nuestra vida, en la escuela, en la calle, en las casas.
Hasta que un 2 de abril, en 1982, el grito saltó de las gargantas para apoderarse del aire de la Bahía…
El viento la hizo trepar a los mástiles y a los edificios, a las nubes y hasta el azul del cielo fue más azul… Solo unos pocos no estaban de acuerdo con la decisión de invadir las islas, “nuestras islas”.
Pero la Soledad y la Gran Malvina fueron testigos de llantos, dolor, muerte…
Actos heroicos que conocemos y otros que nunca nos contarán. Hermandad de soldados que no eran tales, que solo creían en la acuñada frase: “Las Malvinas son argentinas”…
Pilotos audaces, ejército aguerrido, armada en buques que entraban a la historia por la dolorosa puerta del “Nunca Jamás”, entregando su vida por la Patria….
Muchos volvieron….y fueron ignorados…
Muchos no volvieron…y fueron olvidados…
Cada aniversario recordábamos la Gesta y cumplíamos con los recuerdos…
Y después…, la nada…
Los veteranos se unieron recorriendo escuelas, sociedades de fomento, encontraron puertas que se cerraron, pero otras que, lentamente, fueron “poniéndolos en valor”, como si se convirtieran en edificios restaurados, en estatuas vivientes que tenían mucho para contar…
Nuestras estatuas vivientes: Nuestros héroes de Malvinas


De fervor patriótico a indiferencia social: Malvinas

Por María Cristina Gallo

Este 2 de abril se conmemoró el 33 aniversario de la Guerra de Malvinas y el “Día del Veteranos y los caídos en la Guerra de Malvinas”.
La consecuencia de ese anuncio del Presidente de Facto Leopoldo Fortunato Galtieri fueron 74 días de guerra, 649 argentinos muertos y 500 suicidios en los años posteriores.
¿Qué llevó a la ciudadanía a transitar ese camino desde el fervor patriótico a la indiferencia social?. Cuando Galtieri anuncia el proyecto de recuperación de las Islas, la gente salió, mayoritariamente, a la calle. Sintieron emoción. No solamente se reunió en la Plaza de Mayo sino que la euforia se sintió en otras ciudades del interior del país. No se analizó, entonces que la estrategia de la invasión argentina se efectuó sólo para lograr sostener la dictadura. En un análisis simplista la ciudadanía se olvidó de evaluar las consecuencias de esa guerra.
El engaño trajo como consecuencia la decepción al descubrirse que los soldados argentinos habían combatido sin armas ni ropa suficiente y adecuada, mala comida y que en algunos casos habían sufrido vejaciones y malos tratos.
El desvalor del exitismo llevó a que luego de terminar la guerra, se instalara la indiferencia social. Aunque Galtieri fue condenado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas Argentinas durante el gobierno del Presidente Alfonsín, ello no amortiguó el olvido. Menos aún con el indulto otorgado por el Presidente Menem. Producto de sus propias contradicciones, existe en la historia y la sociedad argentina un movimiento pendular. A él no escapó la Guerra de Malvinas y sus consecuencias.

Un nuevo aniversario de las hermanitas perdidas
Por Graciela Rivero

La fecha nos encuentra en días de recogimiento para la fe católica, propiciando un momento para la reflexión.
Los jóvenes de treinta y algo de años sólo saben de la guerra por los libros, los medios de comunicación, el boca a boca. En las fuerzas Armadas ya van quedando pocos Veteranos de la Guerra de Malvinas. Es que ya pasaron 33 años de la gesta de esa tierra tan querida para algunos y tan lejana para otros.
Ya nadie puede discutir que no se tomaron decisiones acertadas, pero eso no les quita ni un segundo de gloria a quienes lucharon en defensa de la patria, de los intereses de todos, arriesgando su vida y bien demostrado queda por aquellos que ya nunca regresaron a sus hogares.
Perdimos la guerra, perdimos a padres, hijos, amigos y eso es inevitable, pero lo que no podemos permitirnos perder es el orgullo y el respeto por quienes lo dieron todo. Recuperar las islas está en manos de los diplomáticos, promover el patriotismo es responsabilidad nuestra, como educadores, como padres, como mayores. No se puede amar lo que no se conoce. Entonces, cuidemos nuestra identidad de argentinos, transmitámosla a nuestros jóvenes. No dejemos pasar esta fecha como otra cualquiera. Reconozcamos a nuestros héroes.
Así tal vez, algún día, podamos sentirnos completos al recuperar las islas que nos quitaron. Son ellos, los jóvenes de hoy, los que tendrán que buscar abrir los caminos que las generaciones anteriores cerramos y si el destino quisiera que ya nunca volviera a flamear la bandera celeste y blanca en esas tierras, que al menos ondee orgullosa y altanera en cada rincón del suelo argentino sabiéndose amada y respetada por cada uno de nosotros.
Sólo así nuestros caídos en Malvinas no habrán muerto en vano y los excombatientes que aún viven podrán sentirse honrados.

Malvinas: la masacre anunciada de un gobierno patrióticamente kamikaze.

Por Iara Fortunato

Es difícil ponerse a escribir sobre la guerra de Malvinas, siendo tan joven y no habiendo tenido un fuerte contacto con fuentes primarias. Incluso eso tampoco facilita la reflexión, puesto que para tratar este tema tan sensible hace falta nutrirse de relatos y de la misma historia. Analizar el contexto histórico en el que sucedió este conflicto puede ser lo más acertado.
Año 1982. La dictadura militar agonizaba. Las deudas externas agobian las finanzas de los Estados en Latinoamérica. La guerra en las Malvinas desató una dosis muy alta de nacionalismo para combatir a los ingleses. Los grupos de rock, "enemigos internos” que reivindicaban la libertad con canciones críticas pero pacifistas, fueron oficializados y bendecidos con espacios en los medios, luego de que el Comfer censurara la música en inglés respaldado con la ley 22.285.
La Argentina estaba en tratativas de firmar un acuerdo con la OTAS (Organización del Tratado del Atlántico Sur) con la dictadura brasilera, la dictadura uruguaya
¿Qué nos dejaba el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional? 90% de inflación anual, gran recesión, interrupción parcial de la actividad económica, generalización del IVA, empobrecimiento de las clases medias, aumento de deuda externa, depreciación cada vez mayor del salario, y mucha, mucha pobreza.
En un intento de rescate de una dictadura que no daba para más, el general Galtieri decide que arriesgar la vida de más de 10.000 jóvenes no es mucho si de recuperar el poderío militar se trata. ¿Sabían todos esos jóvenes, que estaban yendo a la boca del lobo? Y aunque lo supieran, ¿de qué les serviría? Si en el afán de defender el territorio, dar la vida y morir por ese parásito llamado “patria” debe ser un acto de honor.

El resto, es de conocimiento público. A nuestros jóvenes los mataron en vida. Pasaron hambre, frío, mucho tiempo lejos de su casa a la que cientos no pudieron regresar. 649 fueron los muertos en las islas. Al hundirse el crucero ARA General Belgrano, murieron 323. Los otros 326, en el archipiélago. Algunos no soportaron el trauma que les generó lo vivido y, tarde o temprano, se mataron en tierras argentinas. Hay quienes se encargan de visitar escuelas en vísperas de un nuevo aniversario de esta masacre, para contar su experiencia y soltar en cada relato un poco de tristeza. Ex combatientes, familias, amigos… todos marcados de distintas formas por el mismo episodio. Por los filos del nacionalismo.


Malvinas: como un peón en un tablero de ajedrez
Por Claudio Bosco

El pasado 2 de abril se cumplieron 33 años del intento de recuperación de nuestras Islas Malvinas. después de 74 días, la Argentina fue derrotada militarmente por los británicos.
Esto no ha impedido que nuestro país siga efectuando los reclamos por vía pacífica a través de todos los órganos internacionales que existen. Hemos tratado por medio de diferentes estrategias de convencer a los isleños de que las islas son nuestras. El resultado fue el mismo, los kelpers se niegan aser argentinos, desean ser súbditos de la corona británica.
Gran Bretaña a pesar del gasto que implica mantener la guarnición Malvinas, sabe cómo aprovechar la situación. El Premier David Cameron utiliza la cuestión de Malvinas para descomprimir la presión interna que le causa la oposición a su gobierno. También está en juego para los ingleses una cuestión de poder a nivel mundial con los rusos, debido a la situación que se vive en la Península de Crimea.
Es por este motivo que como argentinos tenemos que observar que Malvinas no es un asunto sencillo de resolver, más aún cuando nuestro gobierno busca alinearse con Moscú.
En las altas esferas donde se juega el control del poder mundial, nuestras islas sólo son un peón más en un gran tablero de ajedrez en donde la Argentina no tiene cabida.

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