miércoles, 5 de abril de 2017

OPINION: Malvinas, 35 años

A 35 años de la Guerra de Malvinas, conmemoramos el Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas en honor a todos los héroes que pelearon y lucharon en las Islas.
Una nueva oportunidad para reflexionar como argentinos sobre todos aquellos que han dado la vida por recuperar nuestras tierras.
A continuación, los invitamos a leer las producciones de los alumnos de 2º año de la Tecnicatura en Periodismo y Emprendimientos de la comunicación sobre la Gesta.







Las Malvinas son argentinas. Solo están apropiadas injustamente.
Por Gladys Zubeldia. 

El 2 de abril se conmemoró el 35° aniversario de aquella gesta que dejó un saldo de 649 muertos. Una guerra injusta para los argentinos. Y vaya que lo fue, porque no solo se siente tristeza por los caídos en tierra y tras el hundimiento del Crucero General Belgrano, que en el momento de ser bombardeado se encontraba fuera de la zona de combate. También se siente tristeza al saber que países como Colombia, Trinidad y Tobago junto a Chile (este último bajo el mando de Pinochet) aliados a EE.UU, se colocaron del lado de la potencia invasora. Parece ilógico, cuando la Patagonia está poblada además de chilenos o están los que vienen a estudiar o trabajar y los ingleses “compran” tierras y hacen del sur argentino su lugar en el mundo. Pero si de hermandad se trata, se puede mencionar que no todo estuvo perdido, porque hubo naciones que apoyaron a Argentina como Nación, si bien algunos se conformaron con el gesto diplomático, los gobiernos de Perú, Venezuela, Cuba, Brasil, Bolivia, Nicaragua, República Dominicana, aportaron material bélico o lo ofrecieron o enviaron y la Junta Militar lo abandonó. Una guerra injusta, porque los mismos gobernantes dictadores de Argentina, mandaron a luchar y permanecer allí a miles de muchachos por el control del archipiélago de Malvinas en el Atlántico Sur con pocos recursos de comida y de abrigos, vital para mantenerse fuertes. Pero ellos, de entre 18 y 20 y pico de años y poco más quienes estaban a su cargo, demostraron ser grandes hombres de la patria, llenos de coraje, sacando fuerzas de donde les fuese posible para pelear por las islas, por sus vidas y las de sus compañeros. Sí, se siente tristeza e impotencia, pero también un tremendo orgullo por aquellos héroes caídos en batalla y por los que quedaron vivos, algunos físicamente mal, otro con secuelas psicológicas, algunas graves, otras no tanto. Y no es para menos, ellos contaron sus vivencias y seguirán contando lo que quieran contar, porque hay hechos que les siguen zumbando en sus oídos y perpetrando en sus mentes pero eso se lo guardan para sí. Y vienen a la memoria también aquellos días en que pasaban los trenes por cada localidad llenos de soldados y todo el pueblo iba a despedirlos, a desearles suerte y brindarles apoyo moral, a llevarles comida, cigarrillos, golosinas y entregarles alguna carta para que lean en el momento que lo necesitasen. Recordar aquella gran campaña que se hizo incluso televisada, para recolectar más alimentos, más cigarrillos y más cartas de familiares, novias y amigos. También se abrieron cuentas en los bancos para quienes quisieran hacer donaciones, los artistas adherían a la misma con sus sueldos, sus joyas para ser vendidas y con ello comprar todo lo necesario para que no pasen necesidades básicas. Se puede decir con toda seguridad, que fue además una guerra sucia o ensuciada, porque la mayoría de lo recolectado de aquellas grandes donaciones, se lo quedaban muchos de los mismos militares… ¿Cómo se sabe?, seguramente no imaginaban aquellos ladrones de guantes verdes que quedarían gracias a Dios, muchos héroes vivos que volverían y contarían además las penurias pasadas por falta de comida y abrigo, si solo bastaba ver en qué condiciones regresaron. 
Abrazaremos a cada héroe viviente en cada acto del 2 de abril, en algún homenaje que se les hace o en la calle un día cualquiera y elevaremos una plegaria por aquellos soldados que quedaron sepultados en su tierra, sí, su tierra, porque las Malvinas fueron, son y serán Argentinas.


¡Malvinas Argentinas! ¡Honor y Gloria! 
Por Daiana Eberlé 

2 de abril: Nuestra Argentina se tiñe más que nunca de celeste y blanco, recuerdos que quedarán en la memoria de aquellos ex combatientes y de todas las familias. 
35 aniversarios del inicio de la guerra por Malvinas, nuestras Malvinas, diferentes homenaje a los héroes que dejaron todo por nuestra tierra, cuyos protagonistas, la mayoría jóvenes, apartados de sus actividades para defender lo que era nuestro. Algunas cosas se terminan de comprender cuando uno crece y cuando nos educamos, nos damos cuenta que todo es un rompecabezas que no logramos entender, hasta que conoces una persona que estuvo ahí, en la guerra, en alguna charla de la escuela, narrando desde lo más profundo de su corazón lo que vivió y observas que en sus ojos van transcurriendo imágenes de lo que fue. Cuando lo oigo, me imagino que fue terrible lo que tuvieron que pasar y el día tras día debe ser muy difícil. 
Recuerdos, homenajes y orgullo por nuestros héroes, por los que volvieron y por aquellos que quedaron en nuestras Malvinas, jamás debemos olvidarnos de ninguno de ellos, honor y gloria.



LA GUERRA DE MALVINAS, EL HITO MÁS TRISTE DE LA HISTORIA ARGENTINA.
Por Gabriela Gómez

El 2 de abril se conmemoró el día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas.
Hace 35 años, la Argentina entró en guerra con Gran Bretaña por la soberanía de las Islas, esa fecha se convirtió en un momento histórico que se recordará por siempre.
Con el objetivo de recuperar ese territorio se producía el desembarco por orden de un gobierno militar de facto, tomando la decisión de entrar en guerra para recuperar las islas que habían sido arrebatadas en 1933 por el Reino Unido.
Una decisión claramente equivocada, que generó la presencia de chicos en edad de quinto año de la secundaria, en un territorio climáticamente hostil, manipulando armas que presentaban dudosa calidad y ellos con muy poca preparación para cumplir la difícil misión que les estaban encomendando.
Miles de familia en el continente, sufriendo la incertidumbre y el dolor de no saber que pasaba con sus hijos, ya que la información de los medios nacionales fue inescrupulosamente manipulada por el gobierno de Galtieri.
Frases como “Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla” hoy forman parte de un triste recuerdo que nos lleva a reflexionar, sobre los errores que como pueblo, a veces cometemos, tratando todos los temas, como si fuera un partido de fútbol.
El homenaje y reconocimiento para todos aquellos héroes que fueron a una guerra para pelear por su patria y que con honor lucharon manteniendo sus valores en lo más alto. El reconocimiento para los que perdieron la vida y para aquellos que regresaron soportando el peso del dolor y las imágenes que quedaron marcadas a fuego, y que gracias a sus testimonios se puede reconstruir día a día la historia triste que evoca a los héroes de Malvinas.



Cuando tu bandera te traiciona. 
Por Juan Manuel Beier 

Malvinas no será más un territorio inhóspito al sur del mundo, será por siempre la muestra más clara de la crueldad humana, de los pibes a los que les arrebataron el futuro, sus ideales y sueños. 
En 1982 se fueron y no volvieron más aquellos a los que la patria los traicionó. La guerra, los milicos y las botas grandes y pesadas. Por siempre quedarán en ese lugar magro de la historia argentina los que ejercieron la “justicia”. Así como en aquel tiempo les dijeron a los chicos (con un pedazo de pan y un té frio) que vayan a pelear, hoy los policías matan y maltratan. 
¿Desde cuándo el patriotismo es mandar a pibes de 19 años con un arma helada a un campo a matar? ¿Desde cuándo balear a un pibe que se escapó de un control policial es correcto? 
“Fue en abril que empezó a engordarse tu resignación sin saber ni perder ni ganar, tu bandera te empezó a traicionar”-dice una canción. Los chicos no sabían a donde iban pero el capitán decía que vengan, que ellos les van a presentar batalla. 
649 muertos, 400 suicidios post guerra, 1300 heridos, son los números que sirvieron únicamente para aumentar la popularidad de Margaret Thatcher y posibilitar su perpetuación en el poder. 
Podés estar en contra de un gobierno, podes cuestionar sus ideales, puede que hasta te afecte tremendamente sus políticas públicas, pero llegar al extremo de que te saquen un hijo para llevarlo a una guerra cuando jamás agarró un arma y ni tiene porqué hacerlo, es tristísimo y manifiesta la ideología conservadora y violenta de aquellas fuerzas armadas. Y también aquellos de todo el mundo que ejercen su “poder” de represión y brutalidad, de aquellos que arman guerras por no sentarse y pensar en el otro, pensar en todas las cosas buenas que se puede hacer. 
El humano es el único que se mata a sí mismo. Es el único ser, que en vez de aprovechar todo el potencial de sus pueblos, mata a masas en apenas segundos. Todo por tener un poco más y alimentar su propio ego. 
Ojalá llegue el día en que los grandes administradores de este planeta se den cuenta de la importancia que tiene cada una de las mentes que se resignaron con su propio país, de aquellos a los que su bandera los traicionó.



A los Héroes de Malvinas, Honor y Gloria.
Por Enrique Pedelaborde

Hablar de las Islas Malvinas no es nada fácil, pues me llena de bronca, dolor e impotencia, mezclado con la emoción que nace desde lo más profundo de mis entrañas. Nací unos meses antes que se desate el conflicto bélico, y crecí entre el luto, la tristeza de saber que se ha perdido una batalla en la que se dejó la vida en forma literal de cientos de soldados, aún en condiciones inferiores en todos los aspectos, con las armas contadas, sufriendo frio extremo, con hambre, y así y todo hasta por momentos pudiéndola haber ganado, una expresión tal vez, dicha como consuelo a una profunda herida en el orgullo argentino y a una de las manchas más terribles en nuestra historia. A medida que pasaron los años hasta hoy, en el 35º aniversario, se fue poniendo en valor lo que realmente es importante, reconocer a nuestros veteranos como héroes y rendirles homenaje con profundo respeto a los caídos en el campo de batalla, por lo menos de parte de la sociedad en general porque cada gobierno de turno solo ha tomado medidas equivocadas con ellos.
Sin embargo, quiero hacer hincapié en la historia de un caso en particular, de esos que llenan los ojos de lágrimas, hacen gritar “Viva la Patria!” y desbocar al corazón saturado por incontrolables vaivenes sentimentales; y esa es la historia del soldado Poltronieri. Oscar Ismael Poltronieri, combatió en la Guerra de las Malvinas y es el único caso de soldado raso, conscripto y con vida en recibir la máxima condecoración militar Argentina (Cruz La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate), por su hazaña y valor durante la “Batalla del Cerro de Dos Hermanas”. “Poltro” como era apodado por sus compañeros, nació en Mercedes, Provincia de Buenos Aires en un barrio humilde y de gente trabajadora, con una infancia cruel, de padres separados le tocó trabajar duro desde niño en tareas rurales en campos de la zona. Durante la Batalla del Cerro de Dos Hermanas operó una ametralladora para el Regimiento de Infantería Mecanizado Nº 6 y desoyendo la orden de retirada y quedándose combatiendo él solo, permitió el repliegue de todos sus compañeros a zonas seguras y aferrando al enemigo con su única boca de fuego, impidiéndole avanzar a todo el dispositivo ofensivo británico; fue aquella guapa proeza la que le otorgó tan honorífico reconocimiento, la que con sólo 19 años, semi-analfabeto y con un corazón de león deja un ejemplo perpetuo de lucha, sencillez y valor para todo hombre, y para rubricar la frase popular de lo que es “tenerlas bien puestas”.

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