sábado, 27 de octubre de 2012

"Lo que falta recuperar en la ciencia argentina es la capacidad de planificación científica"

Por Constanza Aquino

Si bien desde la llegada del oficialismo al gobierno nacional, la ciencia en la Argentina cambió drásticamente su rumbo, aún faltan cosas por mejorar. Hay que destacar que desde el 2003 hasta fines de 2011 volvieron 840 científicos al país -muchos de ellos emigraron durante el gobierno de Carlos Menem, cuando el entonces ministro de economía Domingo Cavallo pronunció la nefasta frase “que vayan a lavar los platos”-, gracias al plan “Raíces”, formalizado por medio de una ley en el 2008.
Para interiorizarnos más en el tema, Periodismo en Redacción entrevistó al Doctor en Física Walter Cravero, decano del Departamento de Física de la Universidad Nacional del Sur e investigador independiente del CONICET, quien expresó que “lo que falta recuperar en la ciencia argentina es la capacidad de planificación científica”, es decir, que se generen grandes empresas científicas, en donde se propongan metas en conjunto. Cravero citó el caso de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) creada en 1950 por Juan D. Perón, y añadió “a alguien se le ocurrió un objetivo, diseñó una política para alcanzarlo e incorporó gente en función del mismo”.
La situación actual es muy diferente, si bien hay grupos de trabajo, la mayoría de los investigadores del CONICET los realizan con propósitos individuales. “Si se propusiera erradicar el mal de Chagas para el 2020, ¿vamos a entregar subsidios para que la gente lo investigue? O ¿iremos a organizar un gran instituto para terminar con la enfermedad, en el cual habrá grupos que se dediquen a determinados áreas y tomar personal afín? Esto hará de alguna manera, más efectiva y ejecutiva, la imposición de organismos científicos en los cuales uno pueda incorporarse. Me parece que es la única manera de lograr objetivos científicos contundentes. Lo cual no quiere decir que se deje de lado la investigación libre, creo que hacer esto es cultura, no ciencia” comentó el decano.
Asimismo resaltó que esa planificación debe realizarse, sobre todo, en la Física Aplicada, en otras palabras las leyes principales de esta ciencia, aplicada a casos prácticos con utilidad tecnológica. El Dr. Cravero también dirige el proyecto de investigación de la UNS “Física de Radiaciones”, en la disciplina de Física Médica y es director de una tesis doctoral en esa área, precisamente en planificación de radioterapia (popularmente conocido como “rayos” en oncología). Es por ello que se le consultó por qué hay pocos físicos desenvolviéndose dentro de este campo y nos explicó que eso se da por dos cuestiones. Una es la de formación, ya que hay otros sectores que despiertan más interés como la mecánica cuántica, teoría de la relatividad y la cosmología, haciendo que sea pequeño el grupo que se dedica a trabajos interdisciplinarios. Y la otra es la poca comprensión de la sociedad con respecto al aporte del físico a ésta, “si le preguntas a la gente a qué sector pertenece la resonancia magnética nuclear, van a responder que a la medicina y no a la Física, pero es un desarrollo nuestro” finalizó.





Opinión

Por Constanza Aquino


Las causas de la deserción en la Argentina



La mayoría de las universidades argentinas comenzaron sus inscripciones en el mes de septiembre. Cada año llama la atención el interés de la sociedad. Se hablan de cifras importantes, pero paradójicamente, según una estadística brindada por la Secretaría de Políticas Universitarias en el Encuentro Nacional por la Educación celebrado en agosto de 2011 en Córdoba, solamente el 6% de los ingresantes se reciben y el 60% abandona sus estudios.
¿Deserción? Generalmente se culpa al sistema educativo, en especial al nivel medio, pero ¿hay que buscar culpables o soluciones?
Con respecto al tema, el Dr. Cravero opinó que la deserción tiene muchas causas “por un lado está la real, hay gente que efectivamente no puede seguir el ritmo de la universidad, muchas veces por las situaciones económicas, en fin cuestiones adicionales que hacen que el estudiante abandone”. Asimismo comentó que la frustración en las carreras lleva a que se las deje. También hay un importante escalón entre la formación secundaria y lo que se requiere para iniciar la educación de grado, la cual ha trabajado y lo sigue haciendo para hacerlo más pequeño, pero aun permanece.
Antes de asumir a su actual cargo, el decano trabajó en un proyecto sobre este tema, un plan de tutorías que consistía en una reunión periódica con un docente, el tutor, en la cual el alumno le planteaba sus problemáticas académicas. Lamentablemente esta propuesta no duró mucho tiempo.
Cravero sostiene que además hay una segunda cuestión: el sistema universitario argentino posee un ingreso irrestricto, en cual los más débiles son eliminados en el transcurso de sus estudios. En otros países se oculta la deserción en el examen de admisión. “Hay que tener cuidado de como se mide en la Argentina con respecto a otros regímenes educativos en los que se entra con restricción, para mí eso es claro, sino estamos comparando peras con manzanas”.
Asimismo citó el caso de Medicina de la UNS, en la cual para ser alumno regular se debe poseer aprobado el primer año de una carrera afín. “Si vos contás efectivamente los que ingresaron a medicina y los que se reciben, la deserción es del 10 %. Esto se debe a dos peldaños que están ocultos. El primero es que una buena parte de ésta se da en el primer año, en donde esos estudiantes ya no entran y el segundo es el propio examen de ingreso. Entonces, ¿esa deserción del 80% pasa milagrosamente a un 10%?. No, la ocultamos debajo de la alfombra.”
Otro factor que consideramos relevante es la poca publicidad que tienen algunas carreras, en especial en la zona de Bahía Blanca, en donde la mayoría opta por estudiar Abogacía o Contador Público, siendo que la oferta académica es mucho mayor.
Es hora que en la educación media y superior se busquen más soluciones y menos culpables. Si bien se ha trabajado bastante en el tema, aun falta mucho por construir y mejorar, en un sistema que más allá de las críticas que pueda recibir, forma a excelentes profesionales.

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