lunes, 4 de noviembre de 2013

OPINIÓN: 30 AÑOS DE DEMOCRACIA



El pasado 30 de Octubre se celebraron 30 años de democracia en nuestro país. Los invitamos a compartir las opiniones de los alumnos de 1° año de la Tecnicatura en Periodismo.







Los argentinos celebran los 30 años de la vuelta de la DEMOCRACIA 

Por Mariana Esquivel Ortube 

Un día como hoy pero hace 30 años atrás, los argentinos recuperaban algo que les había sido robado: la posibilidad del voto, pudiendo dejar atrás unas de las etapas más sangrientas y oscuras que tuvo el país. Una época donde reinaba la censura, la falta de libertad de expresión, donde los jóvenes desaparecían y se tuvo que soportar una herida, que aún perdura en el tiempo, como lo fue la guerra de Malvinas. 
El 30 de Octubre de 1983 se llevaron a cabo las históricas elecciones, donde la fórmula de la UCR, Alfonsín-Martínez se imponían ante los candidatos del PJ, Luder-Bittel y así se terminaría con siete años de la cruenta dictadura cívico-militar, iniciada en 1976. 
Los abuelos comentaban que miles de argentinos se manifestaron en las calles celebrando el triunfo del radicalismo, cansados de la opresión, la persecución y el miedo. 
Hace 30 años atrás, los argentinos elegirían al Dr. Ricardo Alfonsín como Presidente de la República Argentina, considerado padre de la democracia. Cumplió un arduo camino con su objetivo de entregar el mando a otro gobierno elegido por voto popular, resolviendo los conflictos de una manera ordenada, equitativa y pacífica al margen de los poderes corporativos; y su voluntad que se consolide la democracia para las generaciones futuras. 
A modo de reflexión, lo que sucedió el pasado domingo, es nuestra forma de poder expresarnos cuando estamos disconformes con nuestros representantes elegidos anteriormente, poder participar en cada comicio es una forma de intentar dar un cambio de rumbo al país y sentirse orgulloso de ejercer nuestro derecho como ciudadano. Hay que valorar cada voto, cada elección, aún en estos tiempos que corren la gente vota en blanco o impugnan su voto. Sólo recuerden que hubo siete años de silencio, donde muchas personas desaparecieron y no se les permitía expresarse libremente. 


30 años de democracia ininterrumpida 
Por Melina Marchese 

Después de 7 años de dictadura en la República Argentina, un 30 de octubre de 1983 Raúl Alfonsín es electo Presidente de la Nación con la fórmula Alfonsín-Martínez, marcando un período en la historia de la Argentina, no sólo por la vuelta de la democracia sino porque a partir de ese momento hubo una continuidad democrática sin interrupciones dando un rumbo diferente al país. 
Se celebraba el fin de la opresión, de la persecución, de un sistema de vida dónde te decían qué leer, cómo pensar y si no encajabas, simplemente desaparecías. Además de estar sujeto a un sistema que no sólo devastó la vida social de los argentinos, sino que dejó al país bajo una crisis económica que, hasta en el día de hoy, se sienten las consecuencias. 
La conquista social de los últimos años permitió agregar al vocabulario la palabra “democratizar” con el significado de ampliar el derecho político, social, civil, económico y humano que hacen que una sociedad funcione y viva conforme a un sistema político basado en la solidaridad, la igualdad y la justicia. 
Esto se vio reflejado en las pasadas elecciones donde se votó con conciencia, eligiendo a los gobernantes según la convicción de cada uno, dejando atrás un pasado que limitaba las decisiones de la gente. 
Sería bueno que los ciudadanos que no emiten sus votos, piensen por un minuto lo que vivieron y sintieron aquellas personas al no poder expresar sus creencias políticas libremente teniendo que reprimir sus ideas por miedo. Seguramente actuarían de otra manera y sufragarían como corresponde. 
Hoy después de 30 años el pueblo vuelve a salir a la calle a festejar este hecho histórico que en aquel tiempo era impensado para muchos, teniendo en cuenta que salieron, no por una fórmula política, sino la vuelta a la democracia. 

A 30 años de “El proceso” 
Por Giuliana Arrieta 
El pueblo argentino festeja la democracia

Un día como hoy pero en 1983, junto con Alfonsín y su glorioso triunfo en las elecciones, arrastrando junto a su compañero de fórmula Martínez, 7.724.559 votos, la República Argentina logró liberarse al fin de la extensa racha de 7 años continuos y duramente oscuros de dictadura cívico-militar. 
Es así, que celebramos con entusiasmo y emoción haber alcanzado 30 años de democracia en nuestro país. Pero… ¿Qué hubiese pasado si se hubiera continuado con interrupciones a la vida institucional?, ¿Qué hubiese sido de la República si la Unión Cívica Radical no hubiese triunfado en 1983?, y por último, ¿Qué hubiese sido de nuestro país si el “Gran Videla” hubiera proseguido con su “Proceso de Reorganización Nacional”?. 
Con los “extraordinarios” impulsores y a quienes se les debe rendir respeto por haber “gobernado y haber tratado de llevar adelante a la República”, a ellos; Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Galtieri, José Alfredo Martínez de Hoz, Jaime Petriaux entre otros, pero… un momento, ¿respeto?, ¿de qué estamos hablando? A esas personas, (si es que se las puede llamar de tal forma), a esos que con influencias ideológicas como el anticomunismo, anti peronismo, liberalismo económico, conservadurismo liberal y nacionalismo católico esperaban hacer de un país… ¿hacer de un país?, ¿A dónde creían que iban a llegar? 
Desde el día 24 de Marzo de 1976 hasta el 30 de octubre de 1983 la Argentina fue víctima de un gobierno de facto, ¿gobierno de facto?, si, fue la dictadura más sangrienta de la historia argentina, fue “EL PROCESO”; la impecable labor de la Junta Militar imponiendo el territorio de Estado desarrollando un proyecto planificado, destinado a destruir toda forma de participación popular. Y ojalá hubiese sido solo eso. No nos olvidemos, y ¿Cómo hacerlo?, es claro que el pueblo argentino y no solo él, sino que el mundo también, no borrarán nunca lo que significaron esos 7 años. Olvidar a aquel régimen militar que puso en marcha una represión implacable sobre todas las fuerzas democráticas: políticas, sociales y sindicales con el objetivo de someter a la población mediante el terror de Estado para instaurarlo en la misma y así imponer el “orden”, sin ninguna voz distante. Y vaya que lo lograron. ¿Se puede afirmar que cumplieron con sus expectativas?, la respuesta es evidente. Se inauguró el proceso autoritario más sangriento que registra la historia de nuestro país. Estudiantes, sindicalistas, intelectuales, profesionales, entre otros, fueron secuestrados, asesinados y “desaparecieron”, mientras que algunos se exiliaron. 
Quien no crea que hoy es un día de festejo se lo invita a apropiarse de cualquier información cercana a esta etapa, de conocer e interiorizarse en lo que fue aquel proceso del que sus padres, abuelos, amigos, tíos… pudieron haber sido parte; sea desde el lugar en el que hayan estado, el simple hecho de haber atravesado ese oscuro período es suficiente, y cuando se habla de diferentes lugares o posiciones es referido a “esos”, siendo imposible no pensar en la desesperación, remordimiento y porque no ¿arrepentimiento? de cada uno de los genocidas que colaboraron con ello, de cada uno de los animales que se le rieron en la cara y escupieron al país. 
Simplemente celebrar estos 30 años de la ininterrumpida democracia de la que somos parte.



Tres décadas de libertad
Por Fernando Ahumada

Luego de que se llevara a cabo el más fuerte de los golpes de estado, en marzo de 1976 llamado Proceso de Reorganización Nacional, que duró unos largos siete años, en Argentina volvía a brillar el sol de nuevo.
Con la fórmula radical: Alfonsín-Martínez, vuelve a arbolarse la bandera de la paz, expresión y libertad, como proclaman las estrofas de nuestro himno nacional: libertad, libertad, libertad. 

En diciembre de 1983, el país comenzó a caminar por un campo abierto al pueblo, pero por otro sendero. Otro rumbo se llevaría para sacar al país de aquellos años oscuros de opresión, donde el pueblo fue marcado hasta los más profundo de su ser y donde aquellos momentos horrorosos quedarían en la memoria colectiva de la Nación para siempre. Luego de la terrible noche se comenzó a transitar por un camino republicano, la única luz que devolvería a los argentinos la condición de ciudadanos, garantizando sus derechos.
Tres décadas pasaron de aquella gesta electoral. Hoy se puede disfrutar de los anhelos de varios argentinos de aquellos años y que hoy es el común de la sociedad. Los argentinos deberían pensar y reflexionar sobre la democracia, sus ventajas y bondades. Con la firme convicción de construir sobre los cimientos de estos 30 años de democracia, un país que apunte siempre hacia la libertad. Donde se puedan rescatar sueños y donde sea posible un cambio en la sociedad, logrando la integración, la inclusión, el desarrollo social, la educación, la salud entre otras transformaciones. Poniendo estos valores siempre por delante para tener un norte permanente como guía, para sostener esos anhelos y enfrentar los desafíos que tenemos como sociedad ante el mundo.

30 años de democracia
Por Centeno Daniel

30 de octubre de 1983 el día glorioso en donde Raúl Alfonsín ganó las elecciones y puso fin a los 7 interminables años del terrorismo de estado. En donde el presidente tuvo la tarea más difícil: volver hacer creer a los argentinos que se podía confiar en la democracia y que el miedo era parte del pasado. La dictadura dejó una huella imborrable en el país, tanto económica, destruyendo un modelo que se venía dando desde hace más de 50 años, como social, en donde solo por “pensar” podías desaparecer y no volver nunca más con vida, que fue el caso de los más de 30000 desaparecidos.
Si bien 30 años de democracia es poco si se compara con los 200 años de historia que tenemos, pero son muchos si analizamos que desde la década `30 se produjeron varios golpes de estado atentando contra la libertad política. Entonces vemos que estamos en una época de oro, y valorar el presente en donde podemos decidir quiénes serán nuestros representantes en el gobierno a través del voto y lo más importante podemos pensar y expresar nuestras opiniones sin temor a represarías.
Nunca más, es la frase de vida que usan las personas que vivieron esa época de terror y que los jóvenes de hoy no tenemos que olvidar, ser conscientes de eso y luchar para que nuestro derecho de expresarnos no sea arrebatado por nadie devuelta. Hoy con 30 años de democracia se ve lo importante que fue Alfonsín devolviendo la democracia y rogamos que sea para toda la vida así.


La democracia luego de la dictadura.
Por Ricardo Aramayo

Hace apenas 30 años, la Argentina salía de una dictadura militar que había dejado un país empobrecido con una gran deuda externa como también interna, con una guerra frente a una de las potencias más grandes del mundo, héroes caídos que defendían a un país sin una adecuada preparación, miles de desaparecidos, detenidos y asesinados en muchos lugares clandestinos, entre muchas otras consecuencias que se podrían enumerar.
Siete años de dictadura que marcó a una generación de argentinos donde los ciudadanos no podían salir a la calle sin documentos ya que los uniformados detenían a los colectivos y trenes haciéndolos desalojar para identificar a cada uno de los pasajeros, y quien no lo tenía terminaba detenido en una dependencia policial para la averiguación de antecedentes. El miedo de terminar en esta situación era enorme debido a incertidumbre de no volver a casa.
Posteriormente, podemos decir que el país luego de 30 años de democracia, ha pasado por momentos mejores como también peores, pero sin duda fue preferible ante la opresión que generó la dictadura. 
No obstante, hoy se puede pensar, manifestar y expresar las ideas libremente, no hay ley que lo prohíba. La gente puede elegir sus representantes y muchas cosas más que solo los que pasaron por esta época pueden valorar lo que antes no se podía hacer. 
Por otro lado, si hay algo que se podría rescatar de las décadas pasadas son los valores que tenía cada uno, la educación y el respeto de los menores hacia los mayores donde los abuelos eran intocables y lo que decían era ley, las tradiciones argentinas eran respetadas, no se dejaba influir por tradiciones extranjeras, como hoy por hoy se festeja Halloween. Son muchos los que sostienen esta idea y están contra.
Hoy el pueblo festeja los 30 años de democracia como una forma de vida social que permite una construcción y un progreso colectivo de un bien común, la igualdad y la justicia (que a muchos puede parecer buena o mala). Mucho se lo debe, también, a Raúl Alfonsín que cumplió un rol importante y esencial en este acontecimiento donde muchos lo consideran el Padre de la Democracia Argentina levantando a un país devastado económicamente, defendiendo los Derechos Humanos y llevando a los genocidas a juicio.

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