lunes, 18 de agosto de 2014

“Investigación y práctica clínica en el autismo: nuevos abordajes”

Por Alan Moreno
Charla sobre el autismo

El pasado viernes, en el salón de actos de la Universidad Nacional del Sur -Alem 1253- la doctora María Teresa Sindelar brindó la charla "Investigación y práctica clínica en el autismo: nuevos abordajes".

El evento estuvo dirigido a familiares, pediatras, psicólogos, neurólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, psicopedagogos, docentes, fisioterapeutas, y al público en general, y contó con el auspicio del Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia, el INIBIBB (Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca) la Fundación Emily Fenichel, entre otras organizaciones.

El maestro de ceremonias, Norberto Ariel Gandini dio inicio al evento agradeciendo la presencia de la doctora y de los asistentes y la especialista brindó su experiencia y sus conocimientos acerca de ésta problemática social.
En el comienzo, la psicóloga realizó un breve repaso de la historia de esta enfermedad: Entre 1950 y 1960, al autismo se lo relacionó como un trastorno psicógeno causante por la mala relación madre-hijo. Para 1970, se realizaron nuevas investigaciones, donde se comprobó que tiene una alta relación con la epilepsia y también con factores genéticos, y una década más tarde, hubo un aumento paulatino de casos de ASD (Disturbios del Espectro Autista), por lo que empiezan a surgir por primera vez tratamientos teniendo en cuenta el desarrollo normal. Cabe destacar que al principio era considerada una enfermedad extraña, pero se fue incrementando hasta llegar a un promedio, en mayo de este año, de que 1 de cada 68 chicos padecen este trastorno.

“El autismo tiene dos momentos de aparición: uno que se llama aparición precoz, que es durante los primeros meses de vida y otro que se llama aparición tardía, que surge alrededor de los 18 meses. El autismo es un trastorno del desarrollo, una enfermedad del sistema nervioso, que se caracteriza por la falta de interacción social, por la falta de comunicación tanto oral como gestual y presenta intereses repetitivos y estereotipados.” Así, definió la doctora a la enfermedad y agregó que dichos chicos no sienten el dolor, tienen trastornos alimenticios, ya que pueden comer de una forma muy voraz o prácticamente no alimentarse, no les interesa el otro, tienen un escaso desarrollo motor y un retraso en el habla, un uso limitado de gestos, una reducida orientación social, entre otros síntomas. Hay que tener en cuenta también, que son poco tolerantes, se muerden, se golpean, poseen un déficit en la reciprocidad socio-emocional, es decir, déficit en la comunicación social, no hay comunicación verbal y tienen dificultad en desarrollar, mantener y entender las relaciones sociales. Al mismo tiempo, la especialista afirmó que “pueden tener un lenguaje repetitivo y estereotipado, los intereses restringidos pueden ser anormales y también pueden tener hiperactividad en los estímulos sensoriales, ya que se afectan todos los sistemas sensoriales, más dos sistemas muy importantes: el propioceptivo y el estimular”.


Por su parte, informó acerca de la situación de los padres de nenes con autismo. “Estos pierden la posibilidad esencial del ser humano, que es darle sentido a las acciones del niño. Además, cuando ellos empiezan a no responder a lo que los padres les ofrecen, en general, las madres tienen una gran depresión y la respuesta del padre es enojarse, por lo que le restan importancia a las acciones de su hijo y se produce el peor de los escenarios debido a que el papá se deprime, se aleja, el niño no recibe la información de los padres y por ende, se comunican muchísimo menos”. La doctora afirmó que para efectuar un diagnóstico de la enfermedad hay que realizar una evaluación del habla y del lenguaje y también que los programas intensivos y comprehensivos de intervención suelen ser de muy buena ayuda y promueven mejores resultados. Además, aconsejó que es muy importante la inclusión de los padres en las sesiones, tanto diagnósticas como de rehabilitación y en todo el desarrollo de la terapia y para que el tratamiento pueda resultar eficaz, debe existir una alianza equipo terapéutico-familia-escuela.

Sindelar, nacida en Bahía Blanca en 1956 y egresada de la Universidad de La Plata, es psicóloga clínica, psicoterapeuta especialista en niños, supervisora de Psicoanálisis de la Federación Suiza de Psicólogos y también es Presidenta de la fundación Emily Fenichel. 

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