jueves, 26 de marzo de 2015

La ciudad que no quería despertar…

24 de marzo de 2015

Por Susana Rubio
Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

A las 16 la plaza Rivadavia despertó de su letargo, estremecida por voces y banderas. Se conmemoraba el Día de la Memoria, una memoria a la cual la bahía remolonea para recordar…

Grupos de distintas asociaciones políticas, y especialmente H.I.J.O.S, con Alejandra Santucho al frente , se preparaban para darle la puntada final a la conmemoración: una marcha desde el antiguo edificio de “La Nueva Provincia”, hoy Colegio de Abogados, pasando por los Juzgados , para terminar en el histórico Teatro Municipal, con un acto alusivo.
Al son de los petardos, cantando, comparando a los genocidas con los nazis, avanzaban los diferentes grupos, con banderas propias, y fotos de los desaparecidos, detrás de un grupo de nietas, de diversas edades, que sostenían una banderola con textos y dibujos. Una enorme pancarta de tela las seguía, sostenida por familiares y amigos de los que ya no están.

La Guardia Urbana cortaba el tránsito y la columna se detuvo primero en la Cámara de Justicia de la calle Mitre, donde se pintó con aerosol en el asfalto una leyenda alusiva a los que trabajan en ella. Lo mismo sucedió al llegar a la Cámara Federal de la calle Alsina, usando esta vez un color diferente.
Sobre esta misma calle, y a un costado del Teatro, que lucía leyendas de todo tipo referidas al 24 de marzo, se levantaba un escenario, en el que se colgaron las telas de las nietas y las demás pancartas.

Deslizándose entre la gente, sin prestar atención a nadie, actuaban una “especie de militar”, acompañado por un hombre disfrazado de mono, que simulaban espiar, poner bombas, y demás actividades que se realizaron durante el proceso.
El presentador agradeció la colaboración de la murga “La Lomita” y de una banda de Punta Alta que ya lleva acompañándolos tres años.
Las Abuelas relatoras por la Memoria, la Identidad y la Inclusión Social de PAMI, cantaron una canción de Teresa Parodi. Se leyeron algunas adhesiones y se repitieron las lecturas de la mañana en “la escuelita”.

Y como ayer, como hoy, como mañana, en la ciudad que miraba de “reojo” se escuchó el grito… 30 mil compañeros desaparecidos: PRESENTES

¡Hoy, mañana y siempre!

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