lunes, 23 de mayo de 2016

Por un mundo mejor

Por Agostina Pitton
Las actividades de Ecocanje tienen el 
carácter de convocatoria colectiva y familiar.

Todos los 17 de mayo fueron pautados como Día Mundial del Reciclaje, para crear una jornada de conciencia sobre la importancia de nuestra huella en el mundo, como consecuencia de lo que producimos. Por tal motivo, el sábado, nos acercamos a conversar con los responsables del Ecocanje de Bahía Blanca, uno de los espacios más populares en la ciudad sobre dicha materia.
Mucha gente desconoce que existe un día específico reconociendo esta tarea, pero lo cierto es que la importancia que en ella reside es vital para seguir desarrollando nuestra vida. El impacto que generamos como especie en lo que consideramos Nuestro planeta es un tema cada vez más preocupante, que debemos tomar seriamente y adoptar un cambio de hábitos para revertir la situación. 

Lo cierto es que en los últimos años se viene haciendo eco del calentamiento global, el efecto invernadero, y otras tantas amenazas con que coexiste la Tierra, y más allá de las causas diversas a las que se atribuyen estas consecuencias, la acción del hombre y los desperdicios que deja son uno de los ejes que saltan de primera a la luz, con motivo de promover un cambio global, que involucre a toda la población en compromiso. 
Julio Reyes, trabajador del Departamento de Saneamiento ambiental del Municipio, pudo especificar: “El impacto es general. Hace 10 años que se viene haciendo el Ecocanje y ya conocemos a quienes vienen. En la familia ocurre un cambio de conducta. Lo que tratamos de demostrar es que no hace falta ser ambientalista para ser responsable ambiental. Cuando uno hace una separación en su casa, lo que realmente hace es cumplir con lo que debe: hacerse cargo de sus residuos. Y a modo colectivo nos beneficia a todos porque son residuos que no van a la basura. Capaz no nos beneficia directa o indirectamente a nosotros, pero sí hacés un pequeño aporte que, sumado a otros ejemplos iguales se transforma en una ayuda grande.” 

En las mega-ciudades el eje de preocupación es la continuidad, la falta de una conducta responsable. Los programas se empiezan fácilmente, pero su duración en el tiempo resulta muy difícil. Por tal motivo es importante general un cambio desde lo sencillo, pero que tenga la posibilidad de ir multiplicándose en el tiempo, facilitando de esta forma, que sea un cambio que de verdad se vea. 
“Es interesante que sea un día para tomar conciencia que la basura no es un pequeño problema, sino que es de todos, pero tampoco debe quedar en una sola fecha, sino que se trata de un trabajo para reflexionar todos los días. No hacen falta grandes publicidades, sino en lo cotidiano: en la mesa de la familia. Sin necesidad de ser ambientalista, sino siendo responsable, sabiendo que cada cosa que tiramos, sumado a muchas otras personas que hacen lo mismo, generan un impacto grande. Es un buen día, pero es un tema de todos los días, que trasciende lo económico o político: es un tema ambiental y humano, y todas las pequeñas soluciones suman“- culmina Julio.

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