domingo, 19 de noviembre de 2017

Inauguración de la muestra de "Artes del fuego".

Por María Sol Medek
 La mayoría de los trabajos de esta muestra tienen que ver con el mar y su significado.
El viernes por la tarde, se inauguró la muestra anual del taller “Artes del fuego” en la sala Ismael Jaka del museo Mulazzi. El taller se encuentra a cargo de Margarita Tourn, que vive en Claromecó y su madre, Enriqueta Catalin, de Tres Arroyos.
Se le llaman “artes del fuego” a la vitrofusión, la cerámica y los trabajos con mosaicos. La muestra incluye trabajos de los alumnos únicamente, y estará disponible en el museo hasta el 30 de noviembre. Hay trabajos de nivel inicial y otros de gente que lleva más tiempo practicando las técnicas.
Margarita y Enriqueta son madre e hija y trabajan hace cinco años en esto. Antes hacían los trabajos adentro de su casa, de forma más personal y por la demanda, decidieron salir de a poquito a dar clases. El taller se llama Artes del fuego porque trabajan específicamente con cerámica, vidrio y mosaico.
Margarita, además de estar a cargo del taller, trabaja en educación. Es bibliotecaria en la escuela secundaria de Claromecó. Muy amablemente, accedió a contar un poco sobre su trabajo con las artes del fuego:
-¿Cómo aprendiste estas artes?
-Yo aprendí en el taller de mi mamá. No tuve una educación formal, sino de contacto. Hoy estamos con alumnas de los distintos talleres y hay alumnos varones también aunque son un porcentaje menor. Tiene mucho que ver con estructura y los atrae también.
-¿El taller se encuentra en Tres Arroyos o en Claromecó?
- El taller formal está en Tres Arroyos, pero tanto en Claromecó como en Bellocq este año estoy trabajando por asistencias técnicas de Cultura. Antes trabajaba de forma particular, en relación con las bibliotecas populares. Y estoy haciendo un taller mensual en Orense, en el museo. Es algo que hacemos porque nos gusta muchísimo, y nos gusta compartirlo.
Además agregó que “hay obras grandes que nadie haría para tener en la casa o para regalarle a un amigo, pero el trabajo en taller y en conjunto con otras personas permite desafiarnos y hacer cosas más grandes, que implican otros requisitos desde lo técnico. Algunas implican tallado, revestimiento, todo en 3D. Hay un trabajo que se hizo en Claromecó y va a quedar allí para el pueblo.”
También presentaron trabajos hechos en “mosaico picassiette”, que se hace todo con vajilla rota e implica otra técnica de corte y demás. “Vamos caminando y mirando el piso a ver que encontramos, somos ‘cirujas’. Hicimos uno con tapitas, en San Francisco de Bellocq, donde hay una gran conciencia del reciclado”, comentó Margarita.

La inauguración fue muy concurrida. Entre champagne, gaseosas, tortas y sanguchitos, la gente pasó un agradable momento y acortó la tarde fría del viernes.

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