“El daño ambiental es difícil de recomponer”

Por Agostina Alvarez 

Foto de archivo. El abogado González

“Contaminar significa introducir al medio ambiente un elemento nocivo, que modifique o altere de manera negativa” expresa Fabrisio González, Abogado especialista en Derecho Empresario, con quien hablamos para que nos cuente el real impacto que ocasionamos, porque no solo las empresas contaminan, las personas que no desarrollan una actividad industrial también. 

No obstante, en el caso particular de Bahía Blanca, que posee un Parque Industrial y el Polo petroquímico, el impacto visual es mayor y pareciera que quienes solo contaminan son las empresas o las industrias de ese sector. “Para eso existe un control periódico, aquí en la ciudad hay un organismo que depende de la Municipalidad que se llama Comité Técnico-Ejecutivo, creado a través de una Ley Provincial, Ley 11.530, conocida como Ley Tunessi, ya que en ese momento fue el legislador Juan Pedro Tunessi quien presentó el proyecto. Este organismo tiene el control y monitoreo de las emisiones de residuos, tanto gaseosos, líquidos y sólidos, que emiten las empresas del sector industrial. Dicho control lo hacen a través de sistemas de medición, miden cuando una empresa emite un gas/residuo superior a lo permitido, cuando esto sucede se le abre un acta de infracción, se le comunica a la empresa, ésta tiene la oportunidad de defenderse/presentar su descargo y luego si se corrobora que realmente se emitió un gas superior a lo que se permite, se lo sanciona”, comenta González. 

Las sanciones pueden variar desde lo económico, se le cobra una multa, o una clausura parcial o total de la empresa.

La gran cantidad de empresas que desarrollan una actividad industrial tienen la obligación de contar con un certificado de aptitud ambiental; es una habilitación/ licencia de materia ambiental. La ley Provincial 11.459 prevé todos los requisitos con los que debe contar una empresa para que el Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable le otorgue ese certificado.

“Si la emisión de un efluente/gas genera un impacto negativo en el ambiente, por ejemplo, una empresa vuelca un residuo y termina matando a todas las especies del estuario de Bahía, eso genera un daño colectivo al medio ambiente, ya que todos los ciudadanos también se verían afectados. Si eso sucediera, el daño ambiental es difícil de recomponer y por ende la legislación ambiental tiene un espíritu esencialmente preventivo, tiene herramientas para actuar antes de que las cosas sucedan”, finalizó el letrado.