lunes, 27 de abril de 2015

Museo FerroWhite: un sinfín de historias

Por Mauro Colgenio

El domingo pasado visitamos las instalaciones del Museo Taller FerroWhite, ubicado en Juan B. Justo 3885, sitio donde se resguardan herramientas y muchas historias sobre la vida del ferrocarril y su importancia para el puerto y la ciudad.

Se encuentra situado en lo que en su tiempo funcionaba como el taller de la usina General San Martín, que proveyera de energía a Bahía Blanca desde su inauguración en 1932, hasta que a mediados de los años '80 comenzó a utilizarse la central termoeléctrica Luis Piedra Buena, reemplazando a éste.
Cruzando el camino llegamos a la Casa del Espía.


Antes de cruzar el Puente La Niña ya se puede observar el castillo de aspecto medieval europeo que le dio su creador, el arquitecto J. Molinari, jefe de proyectos de la Compañía Italo-Argentina de Electricidad, el cual se encuentra cerrado al público pero despierta el asombro de toda persona que recorra la zona. Al adentrarnos, un cartel nos anuncia la llegada al Complejo Ex-Usina General San Martín. Continuando hacia la derecha entramos al museo que alberga más de 5.000 piezas del ferrocarril y el puerto, sustraídas por un grupo de ferroviarios durante las privatizaciones de los '90, que actualmente son exhibidas al público.

Con una superficie total de 2.500 metros cubiertos, cuenta con una sala de muestras, dos salas menores para muestras semipermanentes, una sala de usos múltiples, un archivo para fotografías y material documental, dos oficinas, un grupo sanitario, una pequeña cocina y un depósito a la vista del público especialmente preparado para tareas de conservación. Estas piezas, acompañadas de las explicaciones de quienes vivieron esa época y los guías, intentan recrear el ambiente para saber cómo y para qué se utilizaban esas herramientas, de qué modo se organizaba el trabajo y por sobre todo cómo era la vida de quienes las usaban.

En diálogo con Pedro Marto, un amable guardia quien junto a sus compañeros recibe a Periodismo en Redacción, nos comentó lo siguiente:

- Per: ¿Cuáles son los horarios de visita y qué cantidad de público concurre?
Junto a Pedro Marto.


- PM: Los horarios son de 9 a 12 en la semana y de 15 a 19 los Sábados y Domingos. Durante los fines de semana recibimos entre 100 y 150 personas por día, a no ser que tengamos algún evento en particular donde superamos los 500 o 600 visitantes. De Lunes a Viernes siempre hay pactadas visitas de diferentes espacios educativos, desde grupos de chicos de jardín, escuelas e incluso de las universidades, quienes previamente coordinan el paseo con los directivos del lugar.

- Per: ¿Las herramientas y objetos son siempre los mismos o se rotan?

- PM: Tenemos las grandes estructuras que se encuentran fijas al piso en la sala principal, y otros objetos más pequeños se exhiben temáticamente en otras dos salas.

- Per: ¿Ayer se realizó una apertura simbólica del túnel subterráneo en la Estación Sud?

- PM: Exacto, ayer realizamos el evento para el cual se acomodó y se puso en condiciones el túnel que hace años está sin utilizarse, donde contábamos la historia de aquella época de Roca, donde los ingleses no paraban en el centro y venían directamente hasta el puerto para afianzar sus negocios, de cómo utilizaban el tren como medio para lograrlo.

- Per: ¿Qué es La Casa del Espía?
Público recorriendo las instalaciones.


- PM: Es un café, donde se comparten relatos e historias de las leyendas del puerto; te invito a que pases y lo disfrutes en carne propia.

- Per: ¿Quién era y qué representaba Pedro Caballero para usted?

- PM: Lamentablemente nos dejó hace unos meses después de luchar contra una fuerte enfermedad. Él era sinónimo del ferrocarril, vivió casi toda su vida en White, fue mecánico de locomotoras y después de jubilarse continuó viniendo todos los días a transmitir su experiencia y conocimiento, era un libro abierto y podías quedarte horas escuchándolo hablar sobre los trenes.


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