domingo, 5 de abril de 2015

Vigilia N°33 por el Aniversario de la Guerra de Malvinas

Por Claudio Nieva
Scouts convidaron tortas fritas a los presentes

Se llevó a cabo el miércoles desde las 8 en el Centro de Veteranos. Las primeras palabras estuvieron a cargo del Intendente Oscar Holzman. Estuvieron presentes autoridades navales, representantes de distintas organizaciones, diferentes grupos scout, miembros que conforman el Centro de Veteranos de Malvinas, familiares y vecinos de la comuna que vivieron una noche emotiva. 

P.e.R.: ¿Cómo vive esta vigilia tan emotiva?
Intendente: El marco es muy especial, basta con ver la inmensa cantidad de gente. Se pueden dar cuenta de cuál es el sentimiento que tiene nuestra ciudad para el 2 de abril, cala muy hondo, se repite año a año y cada vez convoca a más gente, hay un respeto muy grande a los veteranos. 

P.e.R.: Al ver a tantas personas de distintas provincias reunidas acá ¿Qué piensa usted?
Intendente: Lo que ocurre en Punta Alta es único, solamente pasa acá. No importa si la noche es agradable como hoy, o como el año pasado que nos tocó vivir alguna noche con llovizna y mucho frío, la gente está siempre presente.
Nosotros propiciamos permanentemente estos eventos y deseamos que continúen, porque nos hacen mantener viva la cultura y las tradiciones de nuestros pueblos.

Hablamos con el veterano de guerra Marcelino Alcides Palomo que estuvo en el “Teatro de Operaciones del Atlántico Sur” (T.O.A.S.) navegando en el buque tanque A.R.A. “Punta Médanos”.
Marcelino Palomo, un héroe de Malvinas

P.e.R.: ¿De dónde es oriundo y cuantos años tenía cuando ocurrió la guerra?
Marcelino: Nací en Las Lomitas, Formosa y a los 42 participé como suboficial segundo maquinista.

P.e.R.: ¿Qué pensaba usted cuando le dijeron que tenía que ir a defender nuestras Malvinas y cómo fue estar allá?
Marcelino: La orden tenía como sentido el de no perderlas completamente. Antes no sabíamos bien el por qué, pero yo era muy profesional y la cumplí. Fue el peligro más grande de nuestras vidas, estábamos fondeados sobre una “bomba gigante” porque cargábamos 20.000 toneladas de combustible muy volátil. En proximidades del Golfo San Jorge nuestra embarcación quedó sin máquinas y por consiguiente, sin energía. Por suerte nos encontró un buque hospital que nos remolcó hasta Puerto Madryn.

P.e.R.: ¿Qué pasó cuando volvió?
Marcelino: Después de la guerra me fui a Formosa. Fue una lucha aparte, perdí mucho por los problemas sicológicos, me divorcié, el sueldo de retirado era muy poco y tuve que trabajar 10 años más como carpintero. Estuvimos bastante tiempo olvidados, sufrimos mucho.

P.e.R.: ¿Siente que ha mejorado el reconocimiento hacia ustedes por parte del gobierno y la sociedad?
Marcelino: A partir del 2005 empecé a cobrar una pensión nacional, una provincial y ahora otra por invalidez, son tres por ser veteranos. Estamos mejor pero igual quedamos un poco traumados por lo vivido.

P.e.R.: ¿Cómo es su vida hoy?
Marcelino: Tengo 75 años, tomaba mucho alcohol y lo dejé completamente. Hago vida sana, soy miembro de una comunidad religiosa, me encuentro mucho mejor con mis parientes y mi vida en general.

P.e.R.: ¿Le gustaría dar algún consejo a los jóvenes?
Marcelino: Que estudien ya que hoy la información es más accesibles y a los que están en la Armada que aprovechen de la escuela, que no se entra solo por tener un trabajo sino por querer hacer una mejor escuela para tener cada vez más una mejor institución. 

A la medianoche se inauguró la “Eterna Flama” que acompañará por siempre a nuestros caídos y a nuestras Islas Malvinas.

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