Por América del Valle Quiroga
Cada vez son más los casos de violencia entre
los adolescentes. Esto sucede en la ciudad de Punta Alta, a la salida de los
locales bailables. La noche comienza llena de risas, previa de por medio en sus
casas reunidos con amigos.
Luego parten a los lugares habituales donde se
divierten, bailan, saltan, y se refrescan con tragos, cerveza, o algún energizante. Se dejan ver con la típica cajita de vino. Mezclan
todos estos líquidos, que luego se
convierte en una trampa que puede ser
fatal.
La mezcla de alcohol, con alguna otra
sustancia provoca el descontrol, los incita a pelearse en la vía pública, los mismos
se enfrentan entre ellos, causando destrozos por donde circulan.
Se agreden, se lastiman, provocan daños a
personas inocentes y lo que es peor llegan a cometer robos y se transforman en
criminales comunes.
Uno de los casos más recientes se registró en
la madrugada del domingo pasado, cuando dos grupos se enfrentaron a pedradas,
provocando daños materiales en los autos de la cercanía.
Luego asaltaron ferozmente a policías, que intentaron frenar
los destrozos, pero fueron atacados a golpes de puño y patadas provocándole
numerosos traumatismos.
Sin embargo, esto no es sólo entre hombres,
las chicas se suman a esta nueva era de golpes y puñetazos.
¿Qué provoca tanta ira en estos chicos?
Es un tema que tenemos que analizar. Esto
viene sucediendo desde hace bastante tiempo. Hay algo en nuestro entorno que
incita a cometer estos actos. El tiempo
en que vivimos, los padres que salen de sus hogares muy temprano a trabajar y
no están para controlarlos podría ser un factor que provoque este
desencadenamiento de salvajismo en los púberes.
También es importante destacar que la
televisión muestra programas donde la violencia en las calles está presente
todos los días, no es un muy buen referente en estos tiempos. Todo lo que se ve
después es normal para la juventud e
imitan como acto de valentía.
Tal vez sea un grito de auxilio o un llamado
de atención para que los mayores empiecen a tomar medidas, con respecto a la educación
de sus hijos.
El estado debería implementar medidas de
prevención, censurar programas que revelen tanta rudeza, generar transmisiones
nuevas e incorporar talleres donde ayuden en las escuelas o en el hogar a
controlarse y evitar que la generación de adolecentes se vaya destruyendo.
Porque es así, sin darnos cuenta estamos
perdiendo parte de una generación. Está comprobado que somos responsables todos.
Debemos luchar para que se cumplan las medidas
establecidas de no vender alcohol a los menores de edad, y sin embargo seguimos
con los ojos vendados, esas órdenes no se cumplen.
Ésta es otra disposición a tener en cuenta,
salimos a la calle en protesta de muchas cosas, también sería necesario salir a
la calle como forma de reprensión, para que las autoridades tomen medidas sobre
las disposiciones establecidas. Menos alcohol, menos violencia, mas jóvenes
sanos para el futuro.
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