Por Santiago Matías Vázquez
Las chapas colapsaron en el terreno abandonado. |
Los vecinos manifestaron que, ante las
circunstancias del estado actual del terreno, se presentan varios problemas
para el ciudadano común. Por un lado, se puede observar que hay una
construcción que está detenida, la cual fue cercada por chapas. Las mismas,
relatan los vecinos, con el paso del tiempo se fueron cayendo y por lo tanto
dificultan el paso de las personas.
En cuanto a la parte del tránsito
vehicular, la cuadra en cuestión presenta una gran circulación en forma
notoria. En primera instancia, la calle Bernardo de Irigoyen a esa altura tiene
doble sentido de circulación. Y en segundo lugar, ante la cercanía de la
empresa de lácteos Caipal, y una sucursal de la Cooperativa Obrera, el caudal
de tránsito es muy importante durante gran parte del día.
Vereda peligrosa para los transeúntes. |
Desde la óptica de los peatones, manifiestan que es casi imposible caminar por las veredas que rodean
al terreno. Ante la colación del cerco de chapas que protegen la propiedad (más
algunas que se han ido cayendo), sumado al mal estado de las baldosas y las
raíces de los árboles, junto con la presencia de yuyos que han ido creciendo, no
tienen más remedio que caminar por la calle, lo que representa un peligro para
los ciudadanos.
Por último agregan que, como ocurre con
todo terreno abandonado, algunas personas no conscientes, arrojan basura y
escombros. Esto implica la presencia de olores nauseabundos, más la de insectos
y roedores.
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