"La honestidad, la sinceridad y la entrega del alma constante es lo principal"

Por América del Valle Quiroga

Luego de la presentación de la obra “Carmen”, Periodismo en Redacción tuvo la posibilidad de dialogar con Maximiliano Guerra, quien se encontraba agotado pero tuvo la paciencia y la gentileza de posar para las cámaras y accedió a una entrevista, donde también se encontraban diferentes medios.

¿Cuál es tu opinión al ser declarado ciudadano ilustre?

Ser visitante ilustre de un lugar es un honor, un placer, es una jerarquía que te dan las personas, soy un  gran convencido de que las cosas no hay que buscarlas tienen que solamente suceder porque hacés las cosas bien, porque sos respetado. Entregar todo lo que tenés, para que la gente te devuelva eso, es una caricia para el alma.

¿Qué imagen te llevas de Punta Alta?

El Colón se vistió de gala con el bailarín.

Muy linda, me la llevo con lluvia…me encontré con gente amable muy entusiasta, no sólo del espectáculo sino de la vida en general, gente abierta, libre, me encantó disfrutar de esta fiesta y que la gente disfrute.

¿Cómo es Maximiliano Guerra?

Apasionado por la vida en realidad y dentro de eso está  mi trabajo, mis hijas, mi familia con todo lo que tiene que ver esto, la relación humana, con lo que doy en el escenario. En mi trabajo doy el 100% de todo de acuerdo a la situación. También mis amigos son parte de mi vida, la vida es corta y hay que disfrutarla. Creo que la honestidad, la sinceridad y la entrega del alma constante es lo principal.

¿Proyectos para la temporada?

Eso se va dando de acuerdo a cómo van sucediendo las cosas, no puedo anticipar nada. Lo que viene siempre es sorpresa.

¿Qué podes decir de los chicos con capacidades diferentes?

Todos tenemos capacidades para hacer diferentes cosas, lo importante es no hacerlos sentir mal. Ellos tienen la sensibilidad que cualquier otra persona no la tiene.

Con respecto al espectáculo, el director de cultura, Fernando Quiroga, afirmó que “traer a Maximiliano Guerra culturalmente es un logro para la ciudad, son momentos que no se olvidan, no tienen parangón”.

Maximiliano, junto a su grupo de trabajo, nos dejó una enorme satisfacción. Mientras las luces del teatro se apagaban, nos quedó la emoción de haber disfrutado lo mejor del ballet argentino.