Santiago Shendera
En el marco de la gran apertura que está teniendo Bahía
Blanca en el ámbito cultural, para ser más precisos, en la cantidad de show
musicales de rock, reggae, pop, jazz, blues y demás, Periodismo en Redacción
dialogó con uno de sus participantes más activos dentro del mundo del
sonidista, Diego Sarlinga, que actualmente trabaja en Agesta una empresa de sonido
e iluminación que reside en dicha ciudad.
-¿cómo es que arrancaste con este oficio de sonidista?
-Arranqué como arrancan todos, es decir, hay un par de
caminos para llegar a ser sonidista, generalmente son músicos que al estar
metidos dentro de una banda tienen la necesidad de saber, de informarse sobre
el audio, o a veces te tenés que armar un equipito para tocar. Yo arranque así,
en una bandita en mi adolescencia, que nos hacíamos sonido nosotros mismos y
teníamos un equipo para tocar y siempre me encargaba de armarlo. El otro camino
es el del Dj, empezás pasando música, después te comprás un baflecito, un
micrófono, etc. y para cuando te querés acordar ya estás equipado como para
laburar de esto.
-Estudiaste en la Universidad de Lanús como técnico en
sonido y grabación, ¿cómo fue tu experiencia?
-Bueno, terminé la secundaria en Pigüé, ya tenía algunas
experiencias dando una mano en un estudio de grabación de la ciudad. En el
momento de elegir la carrera fue una decisión casi natural porque era una
profesión que me apasionaba y podía estar en contacto con la música que era lo
que siempre quise hacer en mi vida. Sabemos que es un camino difícil. Me fui a
Buenos Aires y opté por la Universidad de Lanús porque era el único
establecimiento público donde se dictaba esta carrera. Tenía una orientación a
la producción audiovisual y un fuerte componente artístico. Aprendí mucho sobre
muchas cosas pero todavía faltaba algo y ese “algo” me lo dio la experiencia de
laburar una vez finalizada la carrera. Por otro lado también, continúe
estudiando electrónica movido por mi curiosidad por meterme dentro de los
equipos y no quedarme en el nivel de operador.
-¿Cuáles fueron los shows más sobresalientes o que más te
quedaron grabados?
-Podría ser el último show de Spinetta en el Parque Municipal.
En el momento no fue especial para mí, pero al tiempo me di cuenta que era
participe de una noche histórica. Otro fue el Mapping (proyección sobre las
paredes edilicias) en el Teatro Municipal esa fue una experiencia distinta
porque era un show fuera de lo común. También el de Ismael Serrano que fue hace
poco, lo recuerdo porque fue el más largo que me toco hacer, duro 4 horas, y
hace un par de años hicimos el mismo show de Ismael en Estudiantes pero fue un
sufrimiento porque hizo un frio terrible. Otras experiencias distintas podría
nombrarse los Carnavales de Corrientes en febrero, donde me encontré arriba de
la carroza, con la consola operando a la banda de la comparsa que tocaba en
vivo. La gira de Arte Motion en 2007 donde viajábamos con un grupo de artistas
audiovisuales y estos se fusionaban con artistas autóctonos y hacíamos shows,
por ejemplo en la capilla de Tilcara o en Iguazú donde se proyectaba sobre la
cascada imágenes tomadas en vivo de un coro de niños de una comunidad aborigen
y cosas por el estilo.
-Recientemente, ¿a qué bandas reconocidas le hiciste
sonido?
-Las últimas fueron Babasonicos el pasado fin de semana,
Tan Biónica, Bajofondo, La vela Puerca, The Wailers, Patricia Sosa, La Mosca,
Vilma Palma, Abel Pintos, y bandas o artistas de ese target.
-Como ya sabemos el mundo del sonidista no es tan reconocido
a nivel nacional, contanos un poco ¿cómo es el trabajo?
-Primero se ponen en contacto la producción del evento
con la empresa proveedora de servicios y se ponen de acuerdo en cuanto a
presupuestos cantidad de equipos y requerimientos de parte del artista. Estos
requerimientos se contrastan con el quipo disponible y se les envía a los
técnicos del artista. Si este los acepta, ahí es donde comienza mi laburo, se
arranca temprano llevando los equipos al lugar, se monta, se pone a punto, y
generalmente por la tarde se hace la prueba de sonido de la banda. Actualmente
las bandas profesionales tienen sus propios técnicos que manejan la consola y
demás en el momento del show, nosotros estamos ahí para asistirlos y
entregarles un equipo que funcione de acuerdo a los requerimientos del evento.
Después viene el show, y la parte más fea, el desarme. Como se puede ver para
shows que duran una hora o menos, se trabaja todo un día o a veces más. Incluso
hay veces que me toca trabajar sin dormir porque la noche anterior tuve otro
trabajo.
-En relación a la cantidad de horas de trabajo ¿existe
algún tipo de reglamentación o sindicato que avale a los sonidistas?
-Bueno mira esto es todo un tema, por un lado la cantidad
de horas que se trabajan son muchas, pero algunos eventos así lo requieren, el
tiempo de alquiler de salones, o hacer un show atrás de otro. Pero por otro
lado ¿por qué debemos trabajar más de ocho horas como indica la ley? acá hay un
componente cultural, es el folklore del sonidista laburar mil horas seguidas,
así que es una mentalidad que va a costar mucho sacarla. Otro de los asuntos es
la seguridad, se trabaja con cosas pesadas, cosas que se cuelgan, con lo cual
tenés que subirte a colgarlas, con tensión trifásica y todo eso sumado a que si
tenés que trabajar dieciocho horas de corrido, hacen un combo peligroso. En
relación a esto se está gestando la Unión de Técnicos Trabajadores yEmpleados de Conciertos, Recitales, Shows y afines de la Republica Argentina (UTRA) que tiene como fin que nos reconozcan ante la ley como trabajadores. Esto el día
de mañana será un sindicato que regule nuestra actividad, pero para eso falta
mucho.
Excelente nota!! Los sonidistas, Grandes del campo popular y de la técnica! En cuanto a lo que tiene que ver con el UTRA, se dejo por fin a la vista algo pocas veces mencionado. Muy bueno!
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