jueves, 12 de septiembre de 2013

Gigantes de acero

La antena emplazada en la cancha del club Puerto Comercial
Por Lucas Castillo
A lo largo y ancho de la ciudad de Bahía Blanca, se encuentran ubicadas más de sesenta antenas de telefonía celular, tres de televisión (dos canales de aire) y una estación móvil (hasta que se coloquen las oficiales) de televisión digital.
Éstas envían ondas de modo cíclico y constante,  y son más conocidas como radiación electromagnética no ionizante.

Debido a las diversas quejas y temores que demuestran los ciudadanos respecto a la instalación y el funcionamiento de este tipo de antenas, Periodismo en Redacción entrevistó al Ingeniero Adrián De Palma, responsable del Área de Saneamiento Ambiental de la Municipalidad de Bahía Blanca, para aclarar ciertas cuestiones.
Al respecto, De Palma aseguró que “las personas, en su totalidad, somos temerosas ante lo desconocido, es por eso que tememos a la espectacularidad de los soportes de antenas. 
Tener enfrente de tu casa un gigante de acero sostenido por lingas que cubren un radio de 40 metros, pintado de rojo y blanco asusta, pero no hay reglamentación alguna que prohíba la instalación del soporte por su impacto visual” aseguró.


Al preguntarle sobre el control de las mismas, desligó la responsabilidad hacia la Comisión Nacional de Comunicación (CNC) y las empresas prestatarias de servicios, y su trabajo se limita a la medición de ruidos, humos y efluentes (líquidos y sólidos).
“La nación tiene 6 equipos de última tecnología móvil a disposición y el más cercano se encuentra en Neuquén, que de ser necesario se trasladaría hasta la ciudad, e incluso, contamos con una estación remota (sin presencia humana) desde la provincia neuquina que puede escudriñar el espectro de frecuencia que hay en cercanías de nuestra ciudad la banda que se les ocurra (cantidad de fuentes encendidas de radiación)” sentenció.
Cómo se encuentra en un ente de control, considera de modo importante el estudio y el perfeccionamiento constante del personal municipal  para evacuar y despejar los miedos de la población, reflexionó.

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