Por Agostina Pitton
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La gente se suma con preocupaciones
y desconocimiento para ser informados
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Durante el fin de semana, Greenpeace estuvo lanzando una campaña para recolectar firmas en el Parque de Mayo de nuestra ciudad, con motivo de reclamar por la eliminación total del proyecto y emprendimiento minero en la provincia de San Juan.
Como bien sabemos, esta organización no gubernamental lucha a favor del medio ambiente y se nutre de la gente, informándola de los fenómenos y resoluciones que se toman desde diferentes ámbitos de poder y que repercuten sobre la Tierra. No sólo se trata de formar una única voz a partir de la recolección de firmas para lograr más fuerza en el mensaje, sino que paralelamente, son una vía de información para concientizar a la sociedad sobre temas que no son muy recurrentes en nuestro calendario de noticias.
El objetivo principal de la campaña es el cierre de la mina en Veladero, cuyo manejo irresponsable y dañino para San Juan provocó en los últimos tiempos consecuencias irreparables. Luego de que se derramaran más de 1 millón de litros de cianuro en numerosos ríos de la región, contaminando el agua de la cual se abastece a millones de personas, se estableció que había que tomar seriamente medidas en el asunto para contrarrestar el poder de quienes controlan esta empresa. De la mano de esta preocupación, un segundo objetivo que se hace eco es hacer llegar a la gente qué está ocurriendo realmente con la minería a cielo abierto, qué daños causa y cuánta información se oculta desde los organismos de poder hacia el pueblo. “La gente es la que debe exigir cambios con respecto al bienestar medio ambiental, como organización facilitamos la llegada de información y el hecho de “poner el cuerpo”. Pero un aire puro, o agua limpia, son simplemente derechos humanos que nos corresponden. El planeta es de todos y consideramos que es una responsabilidad ciudadana estar informados y exigir un trato responsable hacia él. La voz popular es la que debe exigirle a nuestros gobernantes un trato responsable y transparente cuando se trata de nuestro planeta Tierra”-detallan desde la organización.
Si bien es un trabajo de hormiga, la participación social se extiende por todo el país, contando con sedes en la mayoría de las ciudades de las diferentes provincias que componen la Argentina. Luego de mucha solidaridad emanada del pueblo, los objetivos por fin llegan a un tope máximo de apoyo y se elevan en un proceso para realmente hacer llegar la voz a sus debidos responsables. “El mensaje que siempre se quiere dar es que el cambio puede empezar por una simple pregunta: ¿Qué estoy haciendo yo para mejorar las cosas? Una firma, ser sustentable, educar a la persona que tengo al lado para que sea un ser humano más consciente. Los grandes cambios comienzan con un simple paso: haciendo”-, culminan.
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