lunes, 1 de octubre de 2018

Primavera a beneficio


Guadalupe Goñi
Una de las tantas macetas pintadas, con paciencia y esmero.
Bajo la consigna “Primavera Eterna”, se llevó a cabo este sábado por la tarde un evento de pintura de macetas a beneficio en el Taller de Deseos (Lavalle 14). La entrada costaba sólo un alimento no perecedero.
Desde las tres de la tarde, mujeres y niños de diversas edades se congregaron en el Taller de Deseos dispuestos a pintar una o más macetas. Al cabo de una hora, las dos grandes mesas ubicadas una en cada salón principal, estaban llenas de personas a su alrededor. Todas estaban sumamente concentradas en su labor.
Sobre las multitudinarias mesas no se hicieron esperar los potes llenos de pintura y los pirotines (esos mismos que se usan para los muffins) que servían de recipientes para volcar un poco del color que se deseaba usar; vasos con agua, para mojar y humedecer los pinceles, que con el paso de los minutos se iban tiñendo de distintos colores; stencils y papel foil, que conforman sólo una parte del repertorio de técnicas de pintura.
Un patio al fondo permitía salir a disfrutar el soleado día; allí se encontraba el sector “barnizador” de las macetas y un espacio para diseñar un objeto a elección con arcilla.
Algunas de las presentes se conocían y habían decidido ir juntas. Tal es el caso de Natalia y Sandra, amigas que optaron por pasar una tarde de sábado distinta y no fueron solas: las acompañaban sus hijas de entre once y doce años. Natalia ya había hecho un curso de pintura anteriormente y le gusta la actividad. En cambio, ésta fue la primera vez de Sandra pintando. Las niñas disfrutaban agregando colores y brillos a sus macetas.
El ambiente era cálido y amigable. Si no tenías maceta propia, podías comprar una ahí mismo. Las paredes estaban adornadas con todo tipo de cuadros y dibujos, así como globos en las arcadas que separaban los distintos ambientes, y banderines de diversos colores que iban de lado a lado. También había estanterías con un sinfín de potes de pintura e incluso un mueble biblioteca con libros sobre arte y pintura.
Alicia, termina de pintar su maceta y mirándola con orgullo dice: “No puedo creer que esto lo hice yo”. Esta tarde fue clave para darse cuenta de que realmente le gusta la pintura, y asegura que va a continuar haciéndolo de ahora en adelante.
Gracias a la ayuda de todos los participantes, se llenaron más de tres cajas con alimentos no perecederos que serán donados al Centro de día Laura Vicuña - Fundación María Auxiliadora de Bahía Blanca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario